En general, el propóleo tiene propiedades antibacterianas y antiinflamatorias,
entre otras. Va genial como regenerador celular y cicatrizante de heridas,
quemaduras, eccemas crónicos, para las rojeces de la cara, acné, sabañones, algún
granito inoportuno, daños en las manos por detergentes y otras sustancias, etc.
Yo les quiero hablar concretamente del ungüento de própolis,
que es lo que yo estoy usando. Ustedes
pueden pensar: “Sí, claro…pero luego no sirve para nada.”. Puede ser o puede
que no. A mí me funciona muy bien para pequeñas rojeces en la cara. Además, la
piel está mucho más uniforme, más “lisita”...como más resplandeciente, si lo queremos llamar así. Como todo, supongo
que requiere constancia. Si nos ponemos un día sólo probablemente no notaremos
nada. Yo lo he tomado como una rutina de cada día después de desmaquillarme.
Aplico un poco y la dejo un ratito antes de irme a dormir. Desde ahora les digo
que es muy grasienta, pero no se asusten los que tienen la piel grasa…que no da
más grasa. Al revés, ayuda a controlarla.
El mío lo compré en el Mercadillo del Agricultor de
Tacoronte (Tenerife), así que es un producto de la tierra, elaborado en dicho
municipio. Mejor que mejor. Seguro que en otros mercadillos donde vendan mieles
también tendrán, y en cualquier herboristería. Les dejo una fotito para que se hagan una idea
del color que tiene, el botito donde viene y de paso vean los ingredientes. Muy naturales todos:
Los que sean alérgicos a las picaduras de abeja y a sus productos,
no lo usen…claro está. En todo caso, busquen más información sobre el propóleo
y si se deciden a usar una cremita de éste tipo y les va tan bien como a mi…no
se arrepentirán. Yo noto la piel más equilibrada, más luminosa y confortable (antes
estaba un poco apagadilla) desde que lo estoy usando, así que los animo a todos
(chicos incluidos, claro) a probar!!.
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